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Etimologías

Etimologías

Chotis

Restulta que el baile más castizo de Madrid es de origen extranjero. Al parecer, tiene su origen en una típica música y danza centroeuropea, más concretamente de Bohemia, que a su vez tenía origen escocés, de ahí que la llamaran schottisch (que significa escocés en alemán). Se puso de moda en toda Europa durante el siglo XIX.  

Según cuentan, un inmigrante siciliano llamado Abbruzense, aprendió a construir pianolas en Viena y se trasladó con sus artilugios musicales a Madrid, donde fueron llamados "organillos". Su música, el "schottisch", pronto encandilaría a los chulapos madrileños, que la castellanizaron como "chotis". En una calle de Madrid -La Cava Baja- aún hay un restaurante que recuerda esta historia y cuyo nombre es, precisamente, "Schotis".

 

Chambergo

Procede del mariscal francés Fréderic Armand, duque de Schömberg, y uno de los militares más célebres de su época. Cuando el rey lo envió a ocupar Cataluña, los españoles quedaron deslumbrados por el llamativo uniforme de sus hombres, que vestían a la moda del otro lado de los Pirineos, con enormes sombreros emplumados y casacas de amplísimas mangas. Pronto la moda se difundió con su nombre, Schömberg, que pronunciado a la española dio chamberg, y comenzaron a usarse casacas chambergas y sombreros chambergos, llegando a hacerse muy populares.

Hoy en día, al menos en Aragón, ha quedado como sinónimo de abrigo.

 

Pardillo

Nombre que se daba en la Edad Media a la gente del norte que cruzaba el Duero y se establecía en "tierra de nadie", que se extendía hasta la Sierra del Guadarrama. Les llamaban los pardos por la capa parda que solían vestir y que hasta hace unos años usaban los pastores de muchas zonas de Castilla. Era un mote despectivo impuesto por la nobleza, el clero y los encomenderos, ya que esta gente se escapaba de su servidumbre y no eran vasallos de nadie. Se dedicaban principalmente a la ganadería, (para poder huir con el ganado en caso de "razzias") se establecían en pequeñas aldeas y cultivaban algunas parcelas. En aquellos tiempos, a pesar del desprecio general, eran gente acomodada, casi todos tenían algún caballo y llevaban una vida libre, dándose al bandidaje de vez en cuando, y lo mismo robaban a moros que a cristianos. Con la conquista de Toledo ganaron en seguridad, pero perdieron libertad, manteniendo solamente su simpático mote, que después, no se sabe por qué, se generalizaría a toda persona aparentemente ingenua o incauta.

1 comentario

La gran pardilla -

Ummmmm, el mundo-mundial está lleno de pardillos con chambergos bailando eternos chotis a la luz de la luna.....