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doveandamio

VERDE CHE TI VOGLIO VERDE

VERDE CHE TI VOGLIO VERDE

Hoy en día, toda ensalada que se precie, si quiere estar a la moda,

debe contener todo tipo de plantas exóticas, todas menos la lechuga de

toda la vida: canónigos, hoja de roble, acedera, achicoria y sobre todo… rúcola.

Si vamos al diccionario de la Real Academia, vemos que no aparece por ninguna parte este último término, pues la rúcola es una palabra casi recién llegada de Italia. Es una mala hierba que desde antiguo se ha empleado en la cocina española y que tiene no uno sino tres o cuatro nombres en español. Los italianos la han puesto de moda en todo el mundo al incluirla como ingrediente esencial de sus ensaladas, pizzas y carpaccios. Y ya se sabe, al abrigo de la marca “italia”, todo triunfa. En estos momentos, la confusión es grande, porque dos son las especies que se comercializan bajo el nombre de rúcola: la Eruca sativa, que en castellano se dice oruga o sisimbrio (crece en los linderos de los campos) y la Diplotaxis tenuifolia o Diplotaxis muralis que se conoce como jaramago o ruqueta (que crece entre los escombros) y esto es lo que en italiano se dice rucola (o ruchetta en algunas zonas). La primera tiene las hojas más redondeadas, mientras que las de la segunda presentan un perfil más alargado. En algunos envases se identifica como rúcola selvática. Ambas son de sabor ligeramente amargo con notas picantes.

Aunque “rúcola” es una palabra que no suena mal en español, teniendo tantos términos autóctonos, ¿por qué usarla? Si alguna vez llegamos a comercializar como es debido nuestra maravillosa borraja por el exterior, y dado que esta planta –al igual que la rúcola- crece selvática por medio mundo, ¿de verdad creéis que los italianos dirían “borraja” en vez de “borragine”?

1 comentario

Borrajita -

Yo quiero ser tan famosa como la sisimbria o ruqueta, pero nadie me quiereeeeeeeeeeeee, snif, snif; toy triste