Etimologías
Siesta
Tiene su origen en la hora sexta de los romanos, la más cálida del día. En Roma la jornada diurna se dividía en doce horas, que, dependiendo de la estación del año, tenían una duración variable. Ahí tiene su origen el verbo “sextear” o “guardar la sexta”, que después se transformó en “sestear” o “guardar la siesta”, dejándonos una palabra típicamente española pero que se entiende prácticamente en todo el mundo.
Pagano
Del latín paganus, es decir, habitante de un pagus o pago, que es la división administrativa de un término municipal, sobre todo si está plantada de olivos o viñas. En un principio, pues, pagano sería sinónimo de paisano o campesino.
Cuando el cristianismo se adueñó de las ciudades, la idolatría se refugió durante un tiempo en las aldeas, y por esta razón el nombre de aldeano o pagano se aplicó a todo lo “no cristiano”, de tal manera que a todo aquel que no profesara la religión oficial se le consideró inferior y en cierto sentido maligno, es decir, pagano.
Zozobra
Esta curiosa palabra procede de la unión de los prefijos latinos “sub”(debajo) y “supra” (encima), dando el vocablo subsupra que originariamente dio lugar al verbo que significaba ‘peligrar la embarcación por la fuerza y contraste de los vientos’ o ‘perderse o irse a pique’. Se usa hoy sobre todo en el sentido de ‘inquietud, aflicción y congoja del ánimo, que crea un gran desasosiego, o por el riesgo que amenaza, o por el mal que ya se padece’.
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