Blogia
doveandamio

“Al tempo che Berta filava…”

“Al tempo che Berta filava…”

Sólo se sabe de ella que era italiana, que se llamaba Berta y que fue reina de Aragón, allá por el año 1100.

 

El rey de Aragón, Pedro I, al enviudar de su primera esposa, Inés de Aquitania, y como los dos hijos fruto de su matrimonio no eran aptos para reinar (Isabel, por ser niña, y Pedro, por tener una salud tan precaria que le llevaría a la tumba a edad temprana) se vio obligado a tomar una segunda esposa para tratar de dar un heredero al reino. La elección recayó en esta tal Berta, de la que muy poco se sabe, tan sólo que pertenecía a uno de los linajes más poderosos del norte de Italia. Cuando el rey murió, y al no tener descendencia con Berta, la corona pasó a su hermanastro, Alfonso I el Batallador. Pero Berta no dejó por eso de ser reina y como tal se retiró al castillo de Agüero, a las posesiones que le pertenecían por formar parte de las arras de su matrimonio, posesiones que recibieron el nombre de Reino de los Mallos, y que constaban de cinco villas Riglos, Agüero, Murillo, Ayerbe y Marcuello y otras aldeas aledañas. Se sabe que al menos durante un año la reina tuvo que vivir allí, pues por ley estaba obligaba a no abandonar Aragón durante doce meses después de la muerte de su esposo por si acaso llegaba descendencia póstuma. Fue una reina muy querida por sus vasallos, ya que les dio facilidades para cultivar las tierras y explotar los bosques y defendió sus tierras de los ataques de algún noble codicioso.

 

En italiano existe el dicho al tempo che Berta filava (en el tiempo que Berta hilaba), para referirse a hechos o cosas pertenecientes a tiempos antiguos, de los que se guarda poca memoria (algo así como nuestro "en tiempos de Maricastaña"). Los italianos tienen tres candidatas para este puesto, todas ellas francesas y ligadas a la célebre Chanson de Roland: la primera es la madre de Carlomagno; la segunda la hija de Pipino, rey de Aquitania; y la tercera, la madre de Orlando, el famoso paladín.

 

Podríamos añadir ahora una cuarta, nuestra reina Berta, que, a lo mejor, después de viuda, “filava” -en sentido literal o en sentido figurado- por esos impresionantes parajes de las estribaciones pirenaicas, en su idílico, mítico y espectacular Reino de los Mallos.

5 comentarios

Maricastaña -

Pobre niña Isabelita no poder reinar por ser una niña, claro así va el mundo Facundo......

Bruno -

Che bella canzone, però! Accipicchia, questa Berta, che cagnolina! Filava con il vostro re Pietro I, con Mario, con Gino, e penso che addirittura con Ramiro il Monaco...

La vera Berta -

Mi permetto di aggiungere una quinta Berta, tutta canina e giocherellona.
Eccola
http://www.youtube.com/watch?v=aycwxHB5d6I

Mal pensao -

Sí, creo que se iba de copas con Ricardo Corazón de León y rememoraban batallas de Alejandro Magno. Y mientras, la pobre Urraca, más sola que la una por los montes de Juslibol...

AMORESCRUZADOS -

El cuñastro de Berta, Alfonso, no mostraba ninguna predilección por el sexo opuesto, quizá podría haber añadido alguna palabra más al procaz artículo Parole, Parole, Parole (mi ingenuidad no tiene límites ¿así que Mina hablaba de la pistolita? cazzo...)
El Batallador era aficionado a las cruzadas o mejor debería decir a los cruzados y, pasó lo que tenía que pasar, niente hijos. Pero la historía de Petronila se la dejo a Petrovi.