Anécdota real
Cuando Amadeo de Saboya fue elegido rey de España, en 1870, todo el mundo sabía que no estaba muy versado en las cosas de nuestro país y que, a pesar de su buena voluntad, no le iba a ser fácil gobernar.
Por ello, desde el primer día estuvo rodeado de asesores que en todo momento le aconsejaban lo que tenía que decir y cómo debía obrar, pues existían ciertas dudas sobre si sus conocimientos sobre España le permitirían reinar.
Las dudas quedaron muy pronto disipadas. A los pocos días de su subida al trono, dando un paseo en carroza por Madrid, el secretario y cicerone que lo acompañaba le indicó que pasaban al lado de la casa del insigne escritor, don Miguel de Cervantes, a lo que el rey respondió sin inmutarse: “Aunque no haya venido a verme todavía, iré pronto a saludarlo”.
4 comentarios
Licenciado Vidriera -
Cervantes -
General Prim -
JUAN CARLOS -