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CURSOS DE VERANO

CURSOS DE VERANO

LA OTRA ESPAÑA: Judíos, de la convivencia a la tragedia.

Es el título del curso impartido en Tarazona. Es gratuito, así que hay poca gente. En la primera ponencia hay morbo inquisitorial, a los quemados en la hoguera se les denomina "relajados" y a la muerte entre llamas "relajación". A los que se han pirado a tiempo se les convierte en "relajados en efigie".

Siguiente ponencia, aprendemos como era la Inquisicion en las Indias. Una vez más, los intelectuales muestran su rechazo por las ¿nuevas tecnologías? La computadora se atasca y como no hay de recambio la profesora Yolanda nos larga su charla sin imágenes. En un comienzo se deja emigrar a todos los sospechosos de judaísmo porque hay prisa por repoblar pero luego el Cardenal Cisneros, enterado de que los herejes se han hecho americanos, monta espectaculares Autos de Fe

Tercera ponencia, computadora out, ponente out. Mucho rato sin saber de que habla el Sr Cuenca, aprovecho para hincar el diente en el libro comprado por la compañera de asiento: "Libro de viajes de Benjamín de Tudela", reza la contraportada que se trata de un judio tudelano que en la segunda mitad del s. XII se marca un viajecito que parte de Tudela y pasa por Zaragoza, de ahí, tomando la ruta del Ebro, desciende hasta Tortosa, llega al Mediterráneo por Tarragona, sigue después hasta Barcelona y Gerona para internarse en el Rosellón y Provenza. Embarca en Marsella rumbo a Génova, después Pisa, Luca y Roma; bordea la costa hasta Salerno, cruza la península itálica hasta el Adriático y embarca en Otranto dirección Corfú y Arta. Ya en territorio bizantino se llega a Constantinopla, visita las islas egeas y entra en Asia por Coricos. Bordeando las costas turco-sirias arriba a Tierra Santa, dominada por los cruzados, visita Jerusalén y otros lugares de interés para un ilustrado rabino. Alcanza Damasco y por el desierto sirio describe un arco pasando por Jama, Alepo Racca y, en Monsul, conecta con el valle del río Tigris para descender hacia Bagdad. Recorre tierras egipcias, El Cairo y Alejandría, el monte Sinaí y Damietta, desde donde toma barco a Sicilia, pasa al continente en Roma y por Luca y Verdún se va a París, donde se termina bruscamente su aventura.

Benjamín era un políglota, además de los romances hablados por las gentes de su región dominaba el hebreo y el arameo, lenguas que poseía todo judío cultivado. Entendía el árabe y acaso el griego y el latín.

Antes de que acabe esa tercera ponencia "aún aprendo", como diría Goya, que los viajes en la Edad Media eran incómodos y lentos, pero seguros. El medio tradicional terrestre era la mula (camello, en el desierto) y navíos para los ríos y el mar. Las velocidades ya poco rápidas de por sí, se ralentizaban todavía más debido al estado de los caminos y al peligro de los piratas y los bandidos. En el mejor de los casos se cubría por tierra 60 km diarios, si se trataba de un prelado o noble con séquito no rebasaba los 40 km/día. Por mar y con vientos favorables de popa, se podían recorrer de 115 a 150 km, incluso hasta 200 km en las 24 horas. Y por río, según se fuese a favor o en contra de la corriente, aproximadamente entre 40 y 50 km/día.

Problema: ¿cuánto tiempo le costó a Benjamín ir y volver?

Solución en : "Libro de viajes de Benjamín de Tudela", Biblioteca Nueva Sefarad. Volumen VIII. Versión castellana de José Ramón Magdalena Nom de Deu

5 comentarios

Sr. Cuenca -

Para mi que este hombre contrato un viaje organizado de esos en que visitas muchas cosas pero no ves ninguna. ¡Y menos mal que no llevaba cámara de fotos! Es posible que no quisiera hacer el curso de relajación de la Inquisición. Pero bueno, yo no sé muy bien de que hablo.

Cogollín de Tudela -

Pues yo creo que le costaría hacerlo unos 15 añicos (bueno, eso es lo que pone en el libro). Supongo que antes se entrenaría un poco haciendo unas cuantas veces el Camino de Santiago, eso si a los relajaos se les permitía hacerlo.

CURSILLISTA -

Benja no era relajado por 2 motivos: primero porque sólo siendo inquieto te pegas semejante paliza de viaje y segundo porque la Inquisición no empezó a relajar gente hasta el siglo XV.
(La etimología para el etimologista...)

Benjamina -

El señorico Benjamín, el tudelano, ¿Cómo haría para no ser relajado?, a todo esto ¿Por qué se les llamará así?

BENJAMÍN FREIXENET -

¡Intrépido Benjamin! pues yo, siglo arriba, siglo abajo, le calculo unos 103 años. Porque es de suponer que en cada país haría un poco de turismo, visitaría los museos, probaría la cocina típica, se enamoraría, formaría una familia, viajaría más despacio. Ya acercándose la jubilación iniciaría el regreso y próximo a España descubriría que se ha alargado la edad para vivir sin trabajar y... brusco final de su aventura.