Etimologías
Pasquín
Procede de un personaje romano llamado Pasquino, que colocaba panfletos y proclamas en el pedestal de la estatua de Parione, situada en una plaza próxima a la Piazza Navona. Este tal Pasquino pudo ser un sastre jorobado y de carácter mordaz que dedicaba las noches a difundir proclamas satíricas anónimas, especialmente contra el papado. Hubo más estatuas “parlantes” en Roma, pero esta fue la más famosa, y la que dio nombre a las “pasquinate”, unas fiestas de carácter estudiantil que se celebraron hasta el siglo XIX en las que se ponía una máscara mitológica a la estatua.
(En la película “La notte di Pasquino”, protagonizada por Nino Manfredi, se cuenta la historia de este simpático personaje romano).
Etiqueta
Seguimos en Roma. Los abogados romanos solían guardar en una bolsita las cartas y documentos de las causas que defendían. En su parte exterior colocaban un cartelito en el que escribían los nombres de los litigantes con esta inscripción:
«est hic quaestio inter N. et N.» (aquí está el pleito entre N. y N.), que solían abreviar con “est hic quaest”, de ahí pasó a “est i quet”, que, pronunciado a la francesa, se convirtió en “etiquet”.
Mermelada
Cuentan que había una reina francesa llamada Marie, que cada vez que se ponía enferma se le antojaba como único remedio tomar una determinada confitura. En el momento en que la reina se ponía enferma, todos en el palacio no hacían más que gritar “¡Marie est malade, Marie est malade!” (¡María está enferma!) para que le llevaran la confitura cuanto antes. Desde entonces, la famosa confitura pasó a llamarse marmelade.
Menos mal que la reina en cuestión no se llamaba Eduvigis o Recesvinta, por decir algo.
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